Por
el cumpleaños de mi madre, mi hermana y yo, quisimos hacerle una tarta
especial. Para elegir el tema, lo teníamos bastante fácil, pues mi madre
ocupa la mayor parte de su tiempo con la costura. Desde bien jovencita
aprendió a coser, y en su larga trayectoria como modista, no podríamos
llegar a contar todo lo que sus manos han hecho, desde vestidos de
novia, de gitana, de fiesta, hasta ropita de bebé, sábanas, cortinas...
¡¡¡de todo!!! De pequeñitas las tres hermanas hemos ido vestidas muy
coquetas, esa es la suerte de que mamá sepa coser, y de que lo haga tan
bien.
La
tarta debía ser un pequeño homenaje a todo ese trabajo de modista
durante tantos años, así que tenía que ser una tarta sorprendente a
primera vista, y... creo que lo conseguimos. No os puedo describir la
sensación de mi hermana y yo cuando acabamos la tarta, ¡¡¡estábamos
felices de ver el resultado!!!
El interior era un bizcocho de café y nueces con almibar de café y vino dulce de Málaga y relleno de crema de moka. ¡Deliciosa!
Aquí la tenéis, ¡¡¡preciosa!!!
Que preciosidad y que orgullosa tiene que estar vuestra madre. Besos.
ResponderEliminarMuchisimas gracias, Maite! Besos.
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